La resistencia a la insulina parece ser una característica destacada del Síndrome de ovarios poliquísticos. Las consecuencias derivadas de esta condición son, entre otras, el riesgo de desarrollo de diabetes tipo II y hiperandrogenismo (incremento de la liberación de testosterona). Además de esto, hay otro problema que es la obesidad; una gran cantidad de mujeres que padecen SOP tienen sobrepeso o son obesas y la obesidad en sí induce a la resistencia a la insulina. Según Kai I. Cheang, Paulina Essah, John E. Nestler “hay una forma de resistencia a la insulina que es intrínseca a la enfermedad y está presente incluso en la mujer delgadas con SOP”.
DCI ha demostrado que desempeñan un papel importante en la transducción de la señal de la insulina como segundo mensajero. Poniéndolo en simples palabras , nuestro cuerpo transforman en glucosa algunos de los alimentos que ingerimos (principalmente hidratos de carbono). Esta glucosa pasa al torrente sanguíneo para ser convertida en energía. Cuando los niveles de glucosa en sangre se elevan nuestro hígado libera insulina. Es entonces cuando DCI entra en escena. DCI se ha unido previamente a otra molécula, inositolfosfoglicano (IPG), convirtiéndose en DCI-IPG y esperando para responder a la hormona insulina. Cuando esta conversión no se puede realizar, nuestro cuerpo no puede convertir el azúcar en energía lo que resulta en niveles altos de insulina constantes.
En el estudio “Ovulatory and metabolic effects of D-Chiro-Inositol in the polycystic ovary syndrome” (Efectos ovulatorios y metabólicas de D-Chiro-inositol en el síndrome de ovario poliquístico) llevado a cabo por John E. Nestler, Daniela Jakubowicz J., Paula Escariador, Ronald D. Gunn y Geoffrey Allan, y publicado en el New England Journal of Medicine de fecha abril de 1999, afirmaban que “Las mujeres con síndrome de ovario poliquístico tienen resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia, posiblemente a causa de una deficiencia de un fosfoglicano que contiene D-chiro- inositol que media la acción de la insulina. La hipótesis es que la administración de D-chiro-inositol podría reponer las reservas del mediador y mejorar la sensibilidad a la insulina”. De acuerdo a esta investigación, “Una deficiencia del mediador fosfoglicano D-chiro-inositol de la acción de la insulina puede dar lugar a la resistencia a la insulina”. Basándose en sus observaciones que sugieren que “la administración de D-chiro-inositol, que luego se utiliza presumiblemente en la formación del mediador activo D-chiro-inositol fosfoglicano, puede aumentar la sensibilidad a la insulina y mejorar la acción de la insulina en sujetos con resistencia a la insulina”. Llegaron a la conclusión de que “D-chiro-inositol mejora la función ovulatoria y varias anormalidades metabólicas relacionadas con la resistencia a la insulina en mujeres con síndrome de ovario poliquístico. Estas observaciones también sugieren que D-chiro-inositol se podría utilizar para tratar el síndrome de ovario poliquístico y que D -chiro-inositol puede resultar útil en el tratamiento de otros trastornos que están relacionados con patofisiológicamente resistencia a la insulina”.
Hay otro estudio que señala la importancia del DCI-IPG (d-quiroinositol unido a la molécula inositolfosfoglicano), con resultados positivos en el uso de DCI como beneficioso para los síntomas del síndrome de ovario poliquístico, “A paradox: The Role of Inositolphosphoglycans in mediating insulin sensitivity and Hyperandrogenism in the Polycystic Ovarian Syndrome” (Una paradoja: El papel de inositolfosfoglicanos en la mediación sensibilidad a la insulina e hiperandrogenismo en el síndrome de ovario poliquístico) por Kai I. Cheang, Paulina Essah, John E. Nestler, donde concluyen que “los IPGs juegan un papel importante tanto en la biosíntesis de ovario y la testosterona como en la resistencia a la insulina en pacientes con SOP. La deficiencia de la DCI-IPG puede ser en parte responsable de la resistencia a la insulina en el SOP. La administración de DCI minimizan resistencia a la insulina, hiperandrogenemia y mejora de la ovulación en este trastorno”.
A raíz de los resultados de estos estudios, se podría concluir que un suplemento de DCI podría mejorar los síntomas del síndrome de ovario poliquístico, siendo una alternativa natural para combatir los efectos de este síndrome padecido por tantas mujeres.